
La resiliencia ante un apagón
A pesar de todas las medidas de contingencias ante el colapso energético, se puso a prueba al conjunto de operadores, dejando a Canarias aislada del mundo.
El pasado lunes 28 de abril, la península ibérica fue testigo de un apagón eléctrico sin precedentes que afectó a España, Portugal, Andorra y parte del sur de Francia. Esta interrupción repentina del suministro eléctrico impactó de forma inmediata en los sistemas de telecomunicaciones, comprometiendo la conectividad de millones de personas. Pero fue también la ocasión perfecta para demostrar que la excelencia no se predica, se practica.
A las 11:35 (hora canaria), en plena jornada laboral, Civicos Networking activó su protocolo de contingencia ante la caída de red eléctrica en la Península Ibérica, no afectando en principio a Canarias, pero si a infraestructuras enormemente sensibles que nos conectan con el resto del mundo. Durante horas, logramos mantener las comunicaciones a través de nuestros sistemas de respaldo y rutas alternativas. Gracias a una infraestructura basada en la diversificación de enlaces (triple operador), conexiones directas con los principales nodos de intercambio de tráfico de datos (Espanix, DeCix, IXPlay) y un centro de intercambio en Madrid respaldado por grupos electrógenos autónomos, la continuidad del servicio fue garantizada hasta las 17:20, momento en el que se produjo una caída generalizada de las comunicaciones con la península. El servicio fue restablecido en una parte a las 23:40 y de manera completa a las 03:20 del siguiente día.
Durante este intervalo, los equipos técnicos de Civicos Networking permanecieron en vigilancia activa, operando 24/7. La actuación fue inmediata, eficiente y basada en procedimientos técnicos que han sido validados una y otra vez en situaciones críticas. No es casualidad: la excelencia operativa es la consecuencia directa de años de trabajo riguroso, pruebas de estrés sistemáticas, simulacros reales y una estrategia constante de mejora continua.
El apagón provocó fallos en las infraestructuras fijas y móviles, la caída de sistemas de transmisión y un efecto dominó que afectó a múltiples sectores. Sin embargo, nuestro enfoque ha estado siempre orientado a la resiliencia: la capacidad de anticiparse, resistir y recuperarse ante cualquier eventualidad. Una vez restablecida la red, se llevó a cabo una revisión técnica completa, intervención por intervención, para asegurar que todas las medidas de contingencia funcionaron de forma precisa.
La reciente crisis energética que afectó a la península ibérica ha puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura de telecomunicaciones que conecta Canarias con el resto de España y Europa. Esta dependencia crítica se centra en un conjunto limitado de cables submarinos, cuya interrupción puede aislar digitalmente al archipiélago.
Cables submarinos que conectan Canarias con la península
Actualmente, la conectividad entre Canarias y la península ibérica depende principalmente de los siguientes cables submarinos:
- PENCAN-6: Operativo desde 1999, conecta Sardina de Gáldar (Gran Canaria) con El Médano (Tenerife) y continúa hasta Conil (Cádiz)
- PENCAN-7: En funcionamiento desde 2001, enlaza Las Palmas de Gran Canaria con Candelaria (Tenerife) y Chipiona (Cádiz).
- PENCAN-8: Desde 2011, une Candelaria (Tenerife) y Las Palmas de Gran Canaria con Conil (Cádiz), ofreciendo una capacidad de 100 Gbit/s.
- PENCAN-9: Como línea de respaldo
- Canalink: Iniciado en 2011, este sistema conecta Rota (Cádiz) con Granadilla (Tenerife) y Arucas (Gran Canaria), extendiéndose a otras islas como La Palma, con una capacidad de 5,12 Tbps
- PENCAN-X: Actualmente en despliegue por Telefónica, este nuevo cable submarino de fibra óptica busca reemplazar a uno de los existentes, ofreciendo mayor capacidad y tecnología avanzada para garantizar una conectividad robusta y de alta velocidad.
A pesar de estos enlaces, la redundancia es limitada, y cualquier fallo en estos cables puede resultar en una desconexión significativa del archipiélago.
La necesidad de infraestructuras resilientes y nodos neutros
La centralización del tráfico de datos en nodos ubicados en la península, como Madrid, Málaga o Sevilla, genera ineficiencias, especialmente cuando el tráfico es intra-insular. Esta situación subraya la necesidad de establecer nodos neutros en Canarias que permitan el intercambio de tráfico local sin depender de la península.
Proyectos como D-ALiX, desarrollado en Granadilla de Abona (Tenerife), fueron concebidos para este propósito. Sin embargo, su potencial no se ha explotado completamente, y la participación de operadores es limitada. La implementación de nodos neutros gestionados por operadores, con el apoyo institucional pero sin intervención directa en su operación, es esencial para mejorar la resiliencia y eficiencia de la red.
Replanteamiento de la conectividad insular
Además de los cables que conectan Canarias con la península, es crucial fortalecer la conectividad entre las islas. Los anillos insulares y proyectos como Canalink han sido pasos importantes, pero enfrentan desafíos como altos costos y acceso limitado para operadores. La inversión en infraestructuras que permitan una conectividad intra-insular robusta y asequible es fundamental para reducir la dependencia de la península y mejorar la resiliencia de la red.
Compromiso con una red resiliente y eficiente
La reciente crisis ha evidenciado la urgencia de diversificar y fortalecer la infraestructura de telecomunicaciones en Canarias. Es imperativo que operadores, instituciones y otros actores relevantes colaboren para:
- Desarrollar y mantener múltiples rutas de conectividad con la península y entre las islas.
- Establecer nodos neutros gestionados por operadores para facilitar el intercambio de tráfico local.
- Invertir en infraestructuras que permitan una conectividad intra-insular eficiente y asequible.
Solo a través de un enfoque colaborativo y proactivo se podrá garantizar una red de telecomunicaciones resiliente, eficiente y preparada para enfrentar futuros desafíos.
Hoy, en interlocución directa con nuestros proveedores y las redes de intercambio, seguimos trabajando para reforzar la red. Cada operador, cada nodo, cada sistema cuenta. El aprendizaje colectivo es parte del proceso, y en Civicos Networking entendemos que el futuro no se improvisa: se diseña con precisión y se construye con compromiso.
Este suceso ha sido una llamada de atención, pero también una demostración. La tecnología puede fallar, pero los principios de excelencia, responsabilidad y visión a largo plazo siguen siendo nuestro motor. Frente a la incertidumbre, resiliencia. Frente al caos, profesionalidad. Frente a la caída, preparación.
En Civicos Networking, siempre conectados, siempre alerta.