Skip to main content

Entérate de todo, noticias, consejos y actualidad cloud

Neutralidad y seguridad: un debate sobre la homogenización de la red

Internet se ha convertido en el gran espacio común del siglo XXI. Desde nuestros hogares, empresas o administraciones públicas, dependemos de ella para informarnos, comunicarnos, innovar, comerciar y ejercer nuestros derechos. Pero para que funcione de forma justa, abierta y eficaz, hay una condición que no podemos permitirnos perder: la neutralidad de la red. Y es aqui donde se abre el debate.

20250601neutralidadred2La neutralidad es ese principio sencillo y poderoso que dice que todo el tráfico en Internet debe tratarse por igual, sin discriminaciones ni privilegios. No importa si eres una gran multinacional, una asociación local, un servidor público o una persona autónoma: la red debe darte acceso pleno, sin filtrar, sin ralentizar, sin decidir por ti.

Sin embargo, hoy este principio está en riesgo. Y quienes gestionamos la infraestructura de la red —operadores de telecomunicaciones y centros de datos— lo vivimos con especial intensidad. Porque mantener la neutralidad no es solo una cuestión técnica: es una obligación ética, un reto operativo y un absoluto compromiso legal.

Una red cada vez más difícil de domar

La digitalización y la convergencia de servicios han transformado completamente la red. Ya no hablamos de servicios especializados en redes separadas, sino de una sola red que transporta todo tipo de contenido y servicios, desde llamadas, televisión, juegos, hasta banca y atención sanitaria. El acceso, además, ha pasado de ser por cable dedicado a conexiones compartidas, muchas veces móviles.

En este escenario, los operadores nos enfrentamos a una complejidad creciente para garantizar un servicio homogéneo, estable y justo. Y la insinuación (o presión) para intervenir el tráfico con el fin de optimizar la red o satisfacer intereses externos, también ha aumentado en algunos paises.

Sin embargo, esta gestión no debe confundirse con censura. Como señalaban multitud de artículos, las redes de los operadores siempre fue neutral: nunca se intervino el contenido de las llamadas, ni se impidió que fueran conversaciones, faxes o accesos a BBS por módem. Esa misma lógica debe mantenerse en la red de hoy.

El marco legal europeo: neutralidad garantizada por ley

En la Unión Europea, la neutralidad de la red está protegida por el Reglamento (UE) 2015/2120, que establece que los operadores deben tratar y garantizar todo el tráfico de forma equitativa. Solo permite intervenir cuando lo exige una ley, por razones de seguridad o para gestionar una congestión temporal.

Este reglamento se creó para evitar que las redes se convirtieran en canales preferentes para ciertos servicios o plataformas. El objetivo es que Internet siga siendo un espacio de igualdad, competencia y libertad.

El organismo BEREC, que coordina a los reguladores europeos, establece directrices para que esta norma se aplique por igual en todos los países. En España, esta supervisión corresponde a la CNMC, que colabora activamente con BEREC y promueve herramientas para garantizar que el acceso a Internet se mantenga libre y equitativo.

Un ejemplo claro fue el del bloqueo a los medios RT y Sputnik: la CNMC aclaró que la neutralidad no impide aplicar restricciones cuando hay base legal y una decisión europea. Neutralidad no significa pasividad, sino garantía y proporcionalidad.

El modelo español: refuerzo desde el derecho digital

La Ley 11/2022, General de Telecomunicaciones, recoge expresamente que todos los usuarios tienen derecho a un acceso abierto, no discriminatorio y transparente a Internet. Complementa esta garantía la Ley Orgánica 3/2018, que incorpora los derechos digitales al ordenamiento jurídico, incluyendo el derecho a la neutralidad de la red.

Por último, la Carta de Derechos Digitales promueve este principio como base para una ciudadanía conectada y empoderada. Todo esto refuerza que, en España, los operadores no debemos ni podemos decidir qué contenido debe circular por la red.

Casos que marcaron el debate internacional

En Estados Unidos, el debate comenzó con fuerza en 2005. Casos como el de Madison, que bloqueó servicios VoIP, o Comcast, que limitaba las descargas P2P, revelaron el peligro de que los operadores gestionaran el tráfico con criterios propios o comerciales. La FCC tuvo que intervenir en ambos casos, fijando principios básicos de neutralidad: libertad para acceder a cualquier contenido legal, usar cualquier aplicación, conectar cualquier dispositivo y libertad de competencia.

Otros ejemplos, como los conflictos entre Skype y operadores móviles o la entrada de Google en el mercado de espectro, mostraron que también las grandes empresas tecnológicas utilizan el discurso de la neutralidad según les convenga. Por eso, la regulación debe ser firme, imparcial y clara.

En Europa, el debate fue más preventivo. La Review de 2006 sobre el marco regulador de las telecomunicaciones incorporó propuestas para mejorar la transparencia, garantizar la calidad del servicio y reforzar los derechos de los usuarios. El Parlamento Europeo incluso se posicionó en contra de medidas como la Ley Hadopi francesa, que proponía cortar el acceso a Internet sin autorización judicial.

Las autoridades noruegas y suecas también hicieron recomendaciones sobre la neutralidad, destacando el derecho a acceder sin discriminación, usar cualquier aplicación o terminal, y elegir libremente al proveedor de servicios.

La visión desde dentro: operadores y centros de datos

Desde nuestro punto de vista como operadores, mantener la neutralidad no solo es justo, sino también eficiente. Una red neutral permite trabajar con protocolos comunes, evita conflictos operativos y nos libera de tener que inspeccionar o filtrar lo que cada usuario hace.

No somos jueces, ni vigilantes, ni censores. Nuestra función es ofrecer una red estable, segura y equitativa. Las decisiones sobre legalidad deben venir del ámbito judicial, y nuestra obligación es cumplirlas, no anticiparlas ni interpretarlas.

Eso no impide que trabajemos en la seguridad. Usamos estándares internacionales como ISO/IEC 27000 y aplicamos medidas para proteger a nuestros clientes. Pero siempre con respeto a la privacidad y a los principios de legalidad y proporcionalidad.

Neutralidad, seguridad y servicio público

La red se ha convertido un servicio público esencial, desde contenidos infantiles hasta transacciones bancarias, pasando por ocio, investigación, desarrollo, conocimiento, gobierno y un largo etcétera, ya no se cuestiona su enorme utilidad y necesidad. Por eso, debe gestionarse con visión de largo plazo, respeto a los derechos fundamentales y compromiso con la equidad.

La neutralidad de la red no es un capricho ni una moda: es el cimiento sobre el que se construye una sociedad conectada, plural e innovadora. Si la perdemos, corremos el riesgo de convertir la red en un espacio fragmentado, desigual y arbitrario.

Desde nuestro sector, reafirmamos nuestro compromiso: ¡queremos una red segura, pero también libre, legal y neutral!

Síguenos en nuestras redes sociales

fb ig tw yt

 

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.